Conocer la cantidad de materia seca que posee la pradera en un período determinado, es clave para determinar cuando deben ingresar o retirar a los animales que se sustentan de esta. Lea a continuación las cinco alternativas existentes para determinar la cantidad de materia seca en las praderas.
Las difíciles condiciones climáticas que se han presentado en el último tiempo, hacen que un buen manejo de las praderas sea clave para optimizar costos y mejorar rendimientos productivos.
Para esto, es necesario que el productor conozca la cantidad de pasto que posee la pradera en un período determinado, lo que a su vez le permitirá determinar el momento óptimo para que los animales entren y salgan de ella, en función de la disponibilidad de pasto (disponibilidad pre-pastoreo y residuo post- pastoreo).
Para cada una de las estaciones del año existen distintos criterios de entrada y de salida, los que se pueden medir con distintas metodologías (corte directo, plato medidor de forraje, capacitador electrónico, regla, número de hojas y visualmente).
“La importancia de aplicar estas técnicas es que permiten respetar las recomendaciones para realizar adecuados pastoreos en las diferentes épocas; y que ayudan a cuantificar los consumos aparentes de pradera para completar las raciones. Además, al manejar mejor pradera, adquiere una mayor persistencia y se vuelve de mejor calidad, aportándole más nutrientes al animal”, enfatiza Canto.
Determinación de la materia seca por hectárea
En ese contexto, conocer la cantidad de materia seca/hectárea (MS/ha) es fundamental para saber cómo producir, administrar y hacer más eficiente esa pradera.
“La importancia de determinar la MS es que uno puede evaluar el rendimiento de la pradera al año, la superficie a pastorear, ajustar la carga animal y hacer un adecuado balance forrajero”, indica Francisco Canto, médico veterinario e investigador del Inia Remehue.
Para determinar la cantidad de MS que se les dará a los animales se debe realizar un balance entre la cantidad de pasto que ofrece la pradera y la cantidad que necesitan los animales para su consumo.
En la actualidad existen varios métodos para estimar la disponibilidad de MS en la pradera, los que se dividen en directos e indirectos.
Los directos corresponden a la medición que se realiza al cortar la pradera sin fórmulas ni calibraciones que estimen la productividad/ha. La principal desventaja de esta metodología es que es invasiva y destructiva.
Los indirectos, en cambio, no son invasivos y emplean fórmulas matemáticas para predecir y estimar la cantidad de MS presente. Además, permiten realizar múltiples mediciones en un corto período de tiempo, aunque su desventaja es que dependen de la calidad de la calibración realizada de forma previa, explica Canto.
Cabe destacar que la utilización de cualquiera de estos métodos depende en gran medida de la disponibilidad de los instrumentos por parte del agricultor y/o de los asesores.
Método Directo
1) Evaluación por corte
Se basa en la cosecha (con tijeras) y posterior pesaje del forraje fresco que se encuentra dentro de una superficie conocida (marco de PVC de 0,25 a 1 m2) y en el posterior secado de una sub-muestra de materia fresca (200 gr) en un horno por 48 horas. La sub-muestra ya seca se pesa. Con ese valor se calcula el porcentaje de materia seca en base a la materia fresca pesada inicialmente. Conociendo el porcentaje de materia seca y la cantidad de forraje fresco en la superficie conocida, se puede determinar la disponibilidad de forraje y el residuo (pasto restante) dejado por los animales, extrapolando los resultados de la superficie evaluada a una hectárea.
Debido a la gran cantidad de labores que implica desarrollar esta metodología y al tiempo que demora conocer los resultados de la muestra (48 horas), sólo es posible realizar una cantidad limitada de muestreos.
Una forma de reducir los tiempos es incorporar métodos indirectos de apoyo, previamente adecuados y calibrados a este sistema.
“El corte es un método confiable y exacto, pero que requiere de gran laboreo y tiempo en su determinación. Pero la idea que predomina es que es más exacto, por eso las empresas lecheras, centros de investigación y universidades lo emplean”, añade Cristián Moscoso, ingeniero agrónomo Mg. Sc e investigador del Inia Remehue.
Métodos Indirectos
2) Altura comprimida
El funcionamiento de este método se basa en la utilización de un plato medidor de forraje, que comprime la pradera y registra su altura, la que puede variar según su densidad o estado fenológico. Así, las praderas más altas ejercerán una mayor resistencia a la bajada del plato, mientras que las más bajas ejercerán una menor resistencia.
Su utilización es bastante simple y se relaciona con apoyar este elemento en el suelo y empujar el émbolo hasta tocar la pradera. Este movimiento, que se debe realizar de forma reiterada a lo largo y ancho del predio, servirá para captar los rendimientos de las distintas zonas de la pradera y establecer los lugares con mayor potencial pastoril.
Este instrumento basa sus resultados en función de una calibración con la metodología directa de la evaluación por corte, por lo que se obtiene un valor expresado en kg MS/ha.
“La ventaja de este sistema es la mayor cantidad de muestras que se pueden realizar en los potreros y la rapidez en la entrega de resultados. En aquellos platos manuales, sólo se debe hacer un cálculo en base a la ecuación correspondiente a la época del año en que se realice la determinación. En el caso de los platos electrónicos, sólo es necesario ingresar las fórmulas de cada época en la memoria del equipo. Esta metodología es ampliamente utilizada, en especial cuando se realiza un manejo intensivo de la pradera y se requiere la utilización de un sistema de pastoreo en franjas en el que se requiere constantemente conocer la disponibilidad y residuo de la pradera”, explica Moscoso.
Para realizar una correcta medición, el plato tendrá que ser calibrado de acuerdo a las diferentes épocas del año. Inia ha desarrollado un set de ecuaciones que sirven para calibrar los platos que se utilicen en la zona sur del país, siendo “x” el valor de lectura del instrumento:
Invierno: 95x + 400
Primavera: 100x + 400
Verano: 160x + 250
Otoño: 120x + 350
Fuente: Boletín Manejo del Pastoreo elaborado por FIA.
3) Capacitómetro electrónico
El capacitómetro corresponde a un bastón electrónico de aluminio que estima el volumen de forraje a través de la conductividad eléctrica. Es decir, el instrumento envía desde un generador, una carga eléctrica hacia el forraje que se extiende cerca de 100 mm de radio por 400 mm de alto. Una vez que la carga eléctrica ha sido influida por el forraje la frecuencia decrece.
La humedad del aire absorbe cantidades de capacitancia, lo que debe corregirse mediante una lectura en el aire. La diferencia entre la lectura en el aire y la lectura en el follaje es la lectura corregida de medición o “corrected meter reading” (CMR). Así, cuando la cantidad de forraje medido es mayor, la capacitancia se incrementa, la frecuencia recibida internamente por el aparato decrece y se incrementa el CMR. A la par, el bastón cuenta con un microprocesador que convierte automáticamente el CMR a forraje estimado en kg de MS, y una ecuación previamente seleccionada, según plantea el documento “Manejo del pastoreo”, elaborado por expertos del INIA y de la Universidad Austral de Chile.
“Esta metodología se basa en la determinación de los cambios en la capacitancia en el circuito. Los cambios en este campo eléctrico se relacionan con la cantidad de MS por medio de una calibración previa mediante la evaluación por corte, ya que la humedad juega un rol importante en esta determinación. El equipo viene equipado internamente con reguladores de humedad de la pradera, del ambiente, del suelo y de la temperatura”, enfatiza Moscoso.
Se recomienda utilizar esta herramienta en praderas de crecimiento activo. De lo contrario podría no funcionar si existe material excesivo o forraje con exceso de humedad, plantea el documento “Manejo del pastoreo”.
4) Medición continúa de altura
Esta tecnología determina la altura de la pradera de manera instantánea, gracias a que utiliza un equipo móvil (Pasture meter, ver foto), que se acopla a una moto y realiza las mediciones de acuerdo a su avance por los potreros.
“En algunos equipos la altura se determina por medio de varios haces de luz que viajan de un lado a otro del instrumento, mientras que en otros la medición de la altura se realiza a través de ondas sonoras. La ventaja de esta tecnología es la mayor rapidez y cantidad de datos que pueden tomarse, así también la determinación no se verá afectada por la temperatura y/o humedad. La calibración también debe realizarse en base a la evaluación por corte”, asevera Moscoso.
A diferencia de las otras alternativas, esta máquina se adapta mejor a condiciones adversas como lluvia, presencia de polvo, terreno irregular, y alta temperatura y humedad. No obstante, su precio es alto debido a que se trata de maquinaria nueva, que hasta hace poco no existía en Chile.
Método Mixto
5) Regla Inia
Este método se basa en la utilización de una regla convencional de una superficie de 30 cm x 30 cm (900 cm2), que también permite medir la altura de la MS de una pradera.
Para utilizarla se requiere realizar un muestreo. Para ello se debe situar la regla a ras de suelo y cortar la hierba que sobresalga de ese espacio. Luego, el excedente debe ser pesado y guardado en una bolsa.
“La muestra en kilos se multiplica por su contenido de MS (según diferentes épocas del año y lugares de las praderas). Así, puedo decir que si para Osorno en el mes de diciembre tengo un 17,1%; lo multiplico por MS, lo divido por 100 para llevarlo a porcentaje, lo multiplico por 10 mil, lo traspaso a hectárea, y lo divido por 0,09 de tal forma de tener la cantidad de MS que hay en una hectárea”, explica Canto.
El reverso de la regla posee información de los diferentes residuos de pastoreo recomendados para cada época del año, como también los consumos máximos para las diferentes categorías de animales, dependiendo de sus producciones.
Los costos y la elección
A la hora de elegir la herramienta que se utilizará para determinar la cantidad de MS de la pradera se deben tener en consideraciones varios factores. Uno de los más importantes es el que se relaciona con los costos.
Así, por ejemplo, entre los métodos directos, el corte aparece como el más barato, ya que sólo requiere de herramientas básicas para ser desarrollado como tijeras, una pesa y un marco de PVC, que servirá para tomar las muestras.
“Dependiendo de la homogeneidad del potrero se toman las muestras. El resultado del producto dependerá de la heterogeneidad del potrero o de si tiene mucha sombra, entre otras cosas. Por potrero se requieren entre 5 y 10 muestras”, dice Canto.
Al ocupar tecnología, los métodos indirectos ascienden en precio. Por ejemplo, el plato medidor de forraje, dependiendo de si es análogo o digital, puede llegar a costar entre $160 mil y $300 mil; mientras que el bastón electrónico no baja de los $200 mil.
El Pasture Meter, por ser una tecnología más nueva, no suele venderse en el comercio. Para acceder a él se debe contratar el servicio de alguna empresa que lo tenga dentro de sus alternativas de trabajo. En ese contexto, su costo asciende a alrededor de $100 mil por uso, aunque todo depende de la extensión del campo.
La regla Inia, en tanto, no se encuentra a la venta por el momento, ya que corresponde a un proyecto desarrollado por los investigadores de esa institución. Sin embargo, se espera que pueda ser comercializada en el corto plazo, debido al éxito que ha tenido entre los productores.
De acuerdo a Canto, la elección de cualquiera de estos métodos de medición debe estar ligada al objetivo del productor. Si la meta es alcanzar una alta precisión, el experto recomienda utilizar el corte directo. Si se busca un ahorro de tiempo, la elección debería apuntar a los métodos indirectos, que si bien son menos precisos realizan la tarea de forma más rápida.
“En todo caso, se debe tener en cuenta que las herramientas indirectas realizan estimaciones, por lo que no se trata de ciencia cierta. En ese caso se transforma la altura a kilos de materia seca, por lo que debe tener cuidado con la calibración de los instrumentos, con el fin de que arrojen resultados adecuados. Así también se debe tener el criterio suficiente para interpretar sus resultados”, enfatiza Canto.
El experto recalca que estas herramientas son complementarias y no excluyentes, por lo que se puede escoger una o varias, dependiendo de lo que busque el usuario. La mayoría de estas metodologías se puede utilizar en todo tipo de praderas.